Nuestro cuerpo envejece y los agentes externos como tabaco, el sedentarismo, la contaminación y, por sobre todo, la mala alimentación, aceleran este proceso. Los encargados de frenar esta tarea son los antioxidantes.
Llevar una alimentación sana y hacer ejercicio son las pautas más importantes para llevar a cabo una vida saludable. Para estar bien por fuera hay que comenzar cuidándose por dentro.